Mientras tanto un joven barbudo e ingrato llamado Juscelino, se sienta a pedir limosna por la calurosa costa de Santa Catarina. El no tiene idea de donde está.
Lo único que sabemos de aquel joven motivado por la marihuana, las orgias sadomasoquistas y la lejana idea de vivir en Francia, es que está jugando sucio. Este Juscelino se ha vuelto loco de tantos carnavales satánicos a los que ha asistido. Pero él se sabe un juego, un juego que todos queremos jugar. Muestralo Juscelino o te vamos a matar…
No seas patético, bien sabes que el prejuicio es ignorancia.
No comments:
Post a Comment