Powered By Blogger

Friday, October 8, 2010

C. M.

Curioso y morboso fue tu encanto, pero más que morboso despiadado tu llanto, insistente ante tanto abrazo al poco tiempo solo te fuiste sin dejar rastro. 
Que pronto moriste, que pronto te pudriste ni siquiera me dejaste abrirte un poco de piernas para alzarte en mi estante, clavarte en mi asta y empalarte mis penas.
Pero que fue de a aquella dulce niña que tanto sonreía, pero que fue de su condena que sin darse cuenta se moría como bestia sin mostrar queja sola e inocente bella, tan delicada y tierna...
Y si la vida me lo permitiera una y otra vez te mataría.

No comments:

Post a Comment