Powered By Blogger

Thursday, October 7, 2010

Extractos de San Francisco


Un viejo  filosofo existencialista norteamericano, recordó en un destello de fugaz lucidez un capitulo borrado en alguna de las cuencas de su memoria y comenzó a escribir:

Harto del barullo de la gente, el claxon de los automóviles y la mirada compasiva de sus espectadores,
el vagabundo decidió tomar del suelo inmundo el cobertor donde dormía, colgárselo al hombro e irse a buscar nuevos horizontes,
Caminó durante 2 horas con la vista fija al frente, iba jadeando a cada paso y tropezaba reiteradamente con los desniveles de las banquetas.
En un determinado punto del camino pasó frente a un restaurante de comida china, de esos que abundan en San Francisco, malolientes, asquerosos.
Deduzco que el vagabundo no compartía mi opinión, pues justo cuando pasaba delante de la puerta, volteó relampagueante la mirada y empezó a olisquear como si fuera un cachorro,
su nariz se arrugaba horizontalmente por cada respiración rápida y pronunciada y por sus fosas nasales entraba un aire bañado con el aroma del chop suey, que sin duda en alguna parte de su proceso
de elaboración, había pasado bajo las patas de alguna cucaracha aprovechada.
Quedose ahí parado, olisqueando y mirando sigiloso, su expresión era similar a la de un bóxer a la espera de un bocado, luego de un momento su expresión cambió, sus ojos se tornaron primero a la resignación
y luego a la tristeza. Bajó entonces la mirada al suelo y comenzó de nuevo su andar, no había dado 4 pasos aun  cuando adelante de él descubrió una puerta blanca con un letrero en rojo que decía "BANNED, ONLY AUTHORIZED PERSONNEL", al instante un hombre en camiseta interior, ojos rasgados,  botas hulificadas y un sucio pantalón  blanco abrió  la puerta y salio presurosamente, con su mano derecha sostenía una gran bolsa negra y con la otra rascaba los vellos de su sobaco, dejo entonces la bolsa negra dentro de un cesto de basura  metálico que estaba a unos metros del local, después de esto llevó las dos manos hacia sus nariz y olisqueo de la misma manera que había hecho el vagabundo segundos antes, solo que este mudo el gesto y puso en cambio , uno de genuina curiosidad, como si quisiese adivinar cual de las dos manos hedían mas a mierda. Acabado su trabajo por el momento, dio un de palmadas, abrió de nuevo la puerta y se dirigió directo a la cocina para preparar su siguiente platillo exquisito.
El vagabundo en cambio, quedose en la misma posición que estaba antes de dar los susodichos 4 pasos anteriores, estaba viendo con detenimiento la bolsa de basura, pensativo y entonces llego hasta él el olor  podrido del chop suey, esta vez era mucho mas fuerte y repugnante. Cerró los ojos para oler con mas detenimiento, luego  dio 4 pasos más ( y dale con los pasos) y quedó justo enfrente del cesto de basura y por consiguiente de la bolsa de basura. Realmente olía a mierda, a putrefacción. Conocedor de ello, el vagabundo hizo un minucioso examen de dignidad, levanto sus dos brazos al cielo y olisqueo sus sobacos sonoramente, mas  no pudo
definir aún ,quien olía mas a mierda, la basura o él mismo.( a esta le gente le gusta tanto comparar los olores) Por ello decidió repetir el examen, una y otra ves hasta que un rugido inmenso lo hizo parar... eran sus tripas. Resolvió en ese momento salvajemente su elección, se abalanzó sobre la bolsa de mierda y saco como pudo los desperdicios mas codiciados, manjares embabados y bañados con un jugo de material orgánico.
La digestión la hizo en camino a su destino desconocido.  Creo que habiase quedado satisfecho, porque hasta se dio el lujo de guardar un trozo de pierna de pollo mordida en el morral que colgaba sobre sus hombros.
Caminó una hora más a través de las calles citadinas y cuando menos pensó ya estaba en la periferia. Al frente tenia  la ultima sección del "Golden Gate Park" y mas allá aún, el frío mar del pacifico. Y digo frío por que en ese instante una viento helado levantó del mar una brisa que llego hasta su cara, un escalofrió lo estremeció. Dio un vuelta en torno a su propio eje (ejeje) y luego camino decidido hacia su derecha, casi con prisa, entró al  ultimo barrio de la ciudad, una colonia de ricos , lejos de los asquerosos barrios chinos ( y de sus restaurantes).
Recorrió desganadamente sus calles, no era un barrio tan grande, miró la casas bonitas, sus puertas bonitas, sus maderas bonitas (pintadas coloridamente), sus jardines bonitos, sus trabajadores... no tan bonitos, y al fin, el contexto residencial San Franciscano como un todo.
No deseó de ninguna manera vivir así. Caminaba al rededor de uno de los parques de la colonia y mientras lo hacia, se llenaba cada vez mas de asco,  le daban asco las casas, los árboles bien cortados, el aroma de playa. Se sentó entonces en un columpio rojo del parque (justo el del medio), oyó desde ahí, la risa de unos niños en alguna casa cercana, era jovial, inocente, desprevenida. Entonces el asco se hizo insoportable y se le vino en ese momento una nausea terrible, abrió pues la boca grosera, incitando el vomito, pero lo único que pudo conseguir fue sacar un eructo grande y sonoro. (Pueden ustedes imaginar a que olía el eructo y compararlo con el aroma de sus sobacos). Bien así, empezó a extrañar el barullo de la gente, el claxon de los automóviles y la mirada compasiva de sus espectadores. Levantose pues,  y comenzó a retornar el camino andado. El aire corría fuertemente y una hoja de papel  semi-arrugada se escapo del morral del distraído vagabundo.
El vagabundo pronto se perdió en la neblina San Franciscana y el parque quedo desolado. La risa de los niños se escuchaba aun en el viento, cerca del parque.
De una de las casas salieron  5 niños  corriendo y escandalizando. Pronto tres de ellos ( gueros  todos) abarrotaron los columpios tumbando con maldad a los otros dos. Uno de los agraviados, de ojos rasgados, aguantose orgullosamente el llanto tirado en el césped y el otro moreno y con aspecto latino levantose enseguida como si nada hubiera pasado, dio una mirada a su al rededor y divisó una hoja de papel semi-arrugada a unos pasos de los columpios. La recogió, desarrugo y la miró frunciendo el seño. Luego trató de leer el titulo de su contenido que estaba en negritas -ME..TA..P, uno de los gueros había saltado yá del columpio para arrebatarle la hoja a su descubridor - Let me see mecsicano!!, la tomo en sus manos y leyó..METAPHYSICS. La palabra causo conmosión en los niños, miraban absortos al lector. Uno de ellos dijo- that sounds very ugly ;S, insurance is a rudeness. El lector que al  parecer era el mas grande y el que mas sabia lo acalló- of course not silly! is a disease, I heard mom saying that our grandfather died of that thing-  Entonses todos parecieron convencidos de ello, olvidaron el asunto y siguieron jugando. ( por supuesto respetando las mas estrictas reglas de hegemonía.)

No comments:

Post a Comment